Cain y Abel - La marca de Cain.

Quiero aclarar que que en este artículo "la marca de Caín" no responde al aspecto físico de Caín sino a un hecho que ha quedado marcado en la humanidad.


Esta historia es una problemática cultural y social y llega hasta nuestro días. Es el principio de la confrontación entre hermanos.

Creo que ambos relatos, el de Adán y Eva y el de Caín y Abel, están ahí, al principio de la Biblia no solo por ser el principio sino además por la razón de que son los dos grandes males de la humanidad. Estoy seguro que por ello los dos primeros mandamientos son: Amaras a Dios por sobre las demás cosas y a tu prójimo como a ti mismo.

Y así como en la historia del Edén el árbol de la vida tenia un claro mensaje (leer La solución original) En este relato hay un mensaje de Dios que puede cambiar nuestra historia.


Por tanto espero que el Espíritu me ayude a transmitir este mensaje con todo el amor a cada uno de ustedes. Para sacar a la luz el pecado y transmitir la luz del amor de Cristo.

La palabra nos enseña que Caín y Abel son hijos de Adán y Eva los primero padres, lo que nos sitúa en el principio de nuestra civilización.

Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.

La Biblia no da demasiados detalles del estilo de vida que llevaban. Con todo se nos dice que Abel fue pastor y Caín fue labrador de la tierra por lo que no debemos verlos como los primeros nómadas que solo recolectaban y/o cazaban. Debemos verlos iniciados ya en el sedentarismo.

Con todo bien se puede sacar conclusiones con el estilo de vida que llevaban ambos. En lineas generales (hablando de Caín y Abel) coincido con lo enseñado por muchos grandes maestros, respecto en que sus trabajos influían en su modo de ver a Dios. Para labrar se requería de un trabajo duro. Pastorear ovejas en comparación con labrar no necesitaba demasiado esfuerzo.

 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas.

Como dije anteriormente sus labores deben haber influido en su disposición a ofrendar. Esto podemos entenderlo desde nuestra visión humana. Pero lo que ocurre con Dios no siempre es bien aceptados por todos.

El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda... por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara.

Es obvio que Dios vio la disposición del corazón de Abel a la hora de ofrendar.
Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Hebreos 11:4.

Pero no ocurre lo mismo con Caín quien se enoja.

 Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.»

Parece un simple enojo, algo que puede resolverse con facilidad. Así debería ser, pero evidentemente el pecado domino el corazón de Caín y en la tierra se conocería su maldición.

 Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató. 
El Señor le preguntó a Caín:
—¿Dónde está tu hermano Abel?
—No lo sé —respondió—. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?
10 —¡Qué has hecho! —exclamó el Señor—. Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia. 11 Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado. 12 Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos, y en el mundo serás un fugitivo errante.

Así es nuestra historia, la de la humanidad entera. Pudiendo Caín dominar el pecado, su orgullo fue mas que el amor a su hermano.

Veamos al mundo y toda la maldad. Observo que por simple orgullo y ambición unos matan a sus hermanos en nombre de la religión, en nombre del poder, en nombre del dinero, en nombre de la libertad, en nombre de la guerra. El amor al prójimo e desvanece cada vez mas.

Sin dudas es algo muy difícil de soportar. Con todo Dios no nos desampara.

... Entonces el Señor le puso una marca a Caín, para que no fuera a matarlo quien lo hallara. 16 Así Caín se alejó de la presencia del Señor y se fue a vivir a la región llamada Nod, al este del Edén.
Al igual que Caín la humanidad lleva una marca que nos ata al pecado y a la vez nos resguardan a unos de los otros.

Yo creo que es por la sangre de Abel, por esa falta de amor a nuestros hermanos, por esa falta de respeto al creador, por nuestras propias concupiscencias que nació nuestra justicia y sus leyes: "no mataras". Creo que a eso se refería Pablo con la maldición de la ley.

Pero Dios le aseguro a Caín que podía dominar al pecado ¿como? El Señor dejó a sus discípulos un mandamiento: Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. Juan 13:34

Sí el amor quita esa marca! Y sabemos que la quita pues el mundo ahora no puede reconocernos.

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él...

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas
 Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.
Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.
En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 1 Juan cap.3
 

Siempre que escribo un artículo leo otros sobre el mismo tema, por ello casi siempre debo exponer algunas diferencias pues existen muchas diferencias y opiniones cruzadas. Existe entre nosotros todo tipo de enfrentamientos: Si somos salvo o no por fe o por obras, si somos predestinados o tenemos libre albedrío, si debemos o no diezmar, si debemos o no hablar en lenguas... Y ni que hablar cuando dentro de las iglesias estas cosas se utilizan para obtener "privilegios" y/o bendiciones. Muchos terminan como errantes y fugitivos.

Por ello siempre insistiré en el camino del Señor quien enseña a no juzgar por estas cosas. Quien ofrenda a Dios debe hacerlo con fe y Él, que conoce nuestros corazones, dará a cada uno según corresponda, y esto es algo que tampoco debemos juzgar. Antes bien siempre demostremos amor por nuestros hermanos.

Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él;
pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;
y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
1 Juan cap.3

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