Por amor de su nombre.

Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Salmo 23

En esta oportunidad solo me centrare en un punto: Dios nos escoge por amor de su nombre. Esta es la verdad de todo.

Una de las doctrinas de la seguridad de nuestra salvación es la predestinación.

Esta doctrina bíblica -vasta de decir que es calvinista- enseña que Dios predestina a un grupo de personas para alabanza de su nombre.

Efesios 1:1-14 “… según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado"

Y ¿Que diremos? ¿Que este texto es una herejía de Pablo? Por el contrario decimos que el Espiritu Santo nos habla una verdad divina revelada en el antiguo testamento.

Cuando los cristianos entendemos esto, sometemos por completo nuestras vidas a la voluntad de Dios. Y nos gozamos de ser guiados por la voz del Gran Pastor.

Dijo el salmista: Jehová es mi pastor, nada me faltara.

Y estamos seguros de nuestra salvación porque, aunque andemos en valles de sombras de muerte, su voz y su cayado nos infundirán aliento.

Esto parece estar muy claro y sin embargo aun hay puntos que no todos consideran y si lo hacen es difícil que lo acepten, por ejemplo: La soberanía de Dios en la elección de sus escogidos por amor de su nombre.

Por amor de su nombre.

El salmo 23 es quizás el salmo mas conocido:

Jehová es mi pastor; nada me faltará. 

En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Es un hermoso salmo que nos muestra el amor de Dios para con nosotros, dándonos lo necesario, confortando nuestra alma y guiándonos.

Pero el salmista es claro cuando dice: Por amor de su nombre. Esto concuerda claramente con el pasaje de Efesios.

Ahora bien para algunos que no están familiarizados con esta verdad, puede parecer arbitrario o egoísta por parte de Dios. La verdad es que Dios nos ama pero no tiene ningún problema con declarar abiertamente su soberanía mediante su palabra.

Veamos los dos ejemplos:

Dios guía a Israel por amor de su nombre.

Dios escoge a Israel como pueblo suyo tal como prometió a su siervo escogido Abraham. Por esta razón los saco de Egipto y los guió por el desierto hasta la tierra prometida. Nehemías 9:7,8

Aun cuando estos se revelaron junto al mar rojo Dios mantuvo a su pueblo para gloria de su nombre y de su gracia.

Una vez mas un salmo nos revela la verdadera razón de esto: "Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer notorio su poder." Salmos 106:8 

Y otra vez se revelaron contra Dios en la tierra prometida. Pero a pesar de recibir un castigo por su error, los Israelitas recibieron esta promesa de Dios:

Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. Isaías 43:6,7 

Y otra vez dice:

Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará... Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. Isaías 43:21,25

Muchos otros textos nos aclaran este punto. Pero para dejar esto aun mas claro leamos un texto mas:

Por amor de mi nombre diferiré mi ira, y para alabanza mía la reprimiré para no destruirte. He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción. Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro. Oyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Isaías 48:9-12

Ah, Dios es soberano y no tiene ningún problema en demostrarlo. Y si el escoge a un pueblo de entre todos los pueblos... alabado sea su nombre!!!

Dios escoge a los cristianos por amor a su nombre.

En la carta a los romanos Pablo habla claramente de la predestinación que Dios hace en su soberanía absoluta.

Generalmente para demostrar la doctrina se utilizan los capítulos 8 y 9 que hablan de la predestinación y de la soberanía absoluta de Dios.

Pero en esta ocasión quiero que analicemos en que forma Pablo comienza esta carta a los Romanos en su capítulo 1 dejando establecidas estas verdades desde un principio.

Primeramente Pablo reconoce que él no escogió el evangelio sino que él fue escogido para el evangelio:

Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, 

Luego nos muestra que el evangelio no se trata de nosotros sino de la obra de Dios por medio de Jesús y su gracia.

acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones

Y a continuación el Espíritu reafirma esta declaración:

"por amor de su nombre"

Luego, como en cada ocasión que habla de estas verdades, Pablo aclara que si bien estas verdades aplican primeramente al remanente de Israel, también aplican a los gentiles.

 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo.

Conclusión.

Pablo dijo: 

Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:30-39

Al igual que las palabras del salmista estas palabras nos muestran el amor de Dios para con nosotros. Pero no olvidemos que todo esto es principalmente "por amor de su nombre".

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