Para que todo el que cree en él no se pierda.

Este artículo es una simple aclaración para uno de los lectores del blog sobre Juan 3:16.


Hace algún tiempo escribí un articulo llamado "Por amor de su nombre" en que expliqué una vez más que tenemos garantizada la salvación pues hemos sido escogidos para honrar a Dios desde antes de la fundación del mundo y aunque andemos en valles de sombras el estará con nosotros. Un ejemplo claro fue el rey David.

Manso comentó el artículo y si bien respondí por el mismo medio a lo referente al capitulo 8 de Romanos y corregí el error de creer que habla solo sobre los judíos, me quedó pendiente responderle a su comentario respecto a Juan 3:16 diciendo que la predestinaciones es en Cristo y no un decreto ciego. Supongo que llega a esa conclusión pues siempre que hablo de esto me refiero a la soberanía de Dios enseñada por todos los evangelios pero en especial por las cartas apostólicas.

Yo creo en que la salvación es mediante Jesús mas la predestinación es del Padre. Este texto no niega las doctrinas de la soberanía de Dios y la predestinación de sus escogidos y tampoco sobre la seguridad de la salvación que es lo que intento transmitir, es mas, la reafirma.

Lo que me encanta estudiar y explicar sobre el asunto es muy simple, debes estar seguro de tu salvación pues Jesús es la seguridad de tu salvación.

El texto de Juan 3:16 es claro: Para que todo el que cree en el no se pierda.

Por tanto aprovechare el aporte de Manso y mostraré como las doctrinas que explico acerca de la seguridad de la salvación están en los escritos de Juan incluidos Juan 3:16 usando como apoyo los textos de Juan 17.

Porque tanto amo Dios al mundo que dio a su hijo.


Aquí podemos ver que la obra salvadora es obra del amor de Dios y de Jesús pues de otro modo no sería posible. Tú debes poner fe en esto.

Pero si tú deseas creer en otra cosa como en que todo depende de tu libre albedrío, o en acciones personales, entonces, donde está tu fe en él? Ah! examinémonos a nosotros mismos y asegurémonos de poner nuestra fe de salvación solo en Jesús.

Siempre digo que esto que parece tan simple es imposible de entender para la gran mayoría.

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.


Vamos, observa a los que te rodean y observate a ti mismo, creerías realmente que alguien merecería la vida eterna? Tan corta es tu vida y sin embargo ya ha sido corrompida por tus propias concupiscencias. La realidad es que desde la santidad de Dios ningún hombre merece la vida pues nuestros pensamientos son malos todo el tiempo.


Mas estoy convencido como Cristiano que la maldad del hombre no detendrá el plan de Dios para salvar al mundo pues DIOS es soberano y hará aquello en lo que se deleite su corazón.

En su infinito amor Él desea conservar la especie y dio a su hijo para mostrarnos la verdad de la fe. Si Dios no hubiese decidido esto la salvación no seria posible aunque fueras el peregrino mas grande de toda la historia. Con todo, el hombre no quiere ir a Cristo para tener vida y aborrece a sus escogidos.

Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Juan 17:14

Para que todo aquel que en el cree no se pierda.

Aquí explicaré una vez mas esta hermosa doctrina de la salvación.

El texto es claro: Dios dio a su hijo para que todo el que cree en el no se pierda sino que tenga vida eterna.

Aquí no está hablando del mundo sino de los que creen en Jesús. Estos son los que tienen la vida eterna. Estos son los escogidos desde la fundación del mundo para la gloria de Dios

El texto no puede ser mas claro pero para entenderlo mas profundamente veamos como Juan 17 explica esto:

Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese...  Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellospara que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

Ah, que oración hermosa la de nuestro Señor! Y cuan hermoso es leer la carta a los hebreos y saber que él lo hizo una vez y para siempreTú no llegas a percibirlo, no has abierto tus ojos al mundo y él ya te ha salvado. Hebreos 9

Quienes creen en el libre albedrío reconocen que ya has sido condenado desde tu concepción en el vientre pues todos heredamos el pecado de Adán. Ah! pero cuanto les cuesta aceptar que tú ya has sido salvado aun antes de ser concebido pues Jesús ya ha venido a salvarte una vez y para siempre.

Conclusión.

Como dije en un principio este articulo lo escribí gracias al aporte de Manso, que estemos de acuerdo o no por el momento, me ayuda a seguir estudiando las escrituras.

Espero que el Señor me ayude a seguir iluminando con su luz y poder explicar aun mejor estas doctrinas!

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