Y llegarás a su presencia.

Algunas veces hacer la voluntad del Señor nos pone en situaciones difíciles y pueden angustiarnos. Este articulo es para darte animo y decirte que no bajes los brazos hasta llegar a su presencia.



Para un cristiano nada se compara a ese silbo apacible y delicado de la presencia de Dios. Y mas aun cuando estamos dificultades, al igual que Elías, por hacer la voluntad del Padre.

Si estas en uno de esos momentos difíciles, quiero que sepas que tu solución es llegar a la presencia de Dios.

Luego de ver la gloria de Dios humillando a los profetas de Baal, Elías queda profundamente angustiado por las amenazas de Jezabel. Quizás pensó dentro de si que había hecho algo mal, que se había propasado matando a los profetas... quien sabe, la cosa es angustio en demasiado.

Entonces Elías decide abandonarse a la buena de Dios: 


Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido... 1Reyes 19:3-5

¿No es verdad que todos pasamos por situaciones similares cuando peleamos sus batallas? Ah, yo he sentido esa angustia mas de una vez.

Quizá has hecho lo que sentiste que era lo que debías hacer. Incluso no era tu deseo hacerlo, pero sabias que era lo correcto y que debías aceptar las consecuencias. Ahora sientes que Dios te ha abandonado y es como si estuvieras solo contra un pueblo que no desea escuchar a Dios y mucho menos a ti. Estas en tu desierto, esperando a la buena de Dios.

Entonces llega el primer auxilio:

Dios quiere que llegues a su altar.

...y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. 1Reyes 19:5-8

Sí, en aquellas horas de angustia, en que te entregas a la buena de Dios, Él te envía un socorro. Tus padres, tus pastores, tus lideres, tus hermanos mas cercanos... Dios puede usar incluso a quien menos esperas para darte una palabra que te fortalezca. El quiere que llegues a su altar.

Quizás el camino puede ser largo, no menosprecies esa ayuda y esa palabra por tu angustia, acéptalo si es necesario una vez mas, hasta que cobres ánimo suficiente, y por muy largo que sea el camino tú tendrás las fuerzas para llegar al altar.

Allí, en el altar, está tu solución. Tu necesitas no sentirte solo, tu necesitas que el Señor te consuele de otra manera. Que te diga: "Lo has hecho bien". Y necesitas escucharlo de Él.

Pues el alimento espiritual, la palabra de Dios, te dará fuerzas para llegar al altar, al monte de Dios, pero lo que tu necesitas es llegar a su presencia.

Mi objetivo principal en este articulo es que veas la importancia de llegar a la presencia de Dios. No te des por vencido sin antes llegar a su presencia, allí está tu solución.

En su presencia.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

Ah, la presencia de Dios! Aun no puedo explicar esa sensación de forma entendible.

Tú estas allí en el altar. Estas orando y entregándole tus cargas, estas abriendo tu corazón. Entonces un viento poderoso te sacude, un terremoto quebranta tu corazón. Tú estas sintiendo el mover del Espíritu, estas llenándote del Espíritu mientras él te quebranta.

Y de pronto... un silbo apacible y delicado conforta tu alma. Estas en su presencia.

Dios te hablará y te mostrará.

Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará. Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.

En su angustia Elías se sentía solo: "Solo yo he quedado". Él no podía ver el plan completo de Dios, pero en su presencia Dios lo consuela y le indica el camino que debe seguir.

Aun le quedaba trabajo antes de que lo suceda Eliseo. Pero ese "vuélvete por tu camino", suena como un: "sigue así, por ese camino, que lo estas haciendo bien". También le muestra sus planes y como Elías formaría parte de ellos. A continuación resuelve su problema y le muestra que no está solo, que aun quedan 7000 que no han doblado sus rodillas ante baal.

Así Elías pudo llenarse una vez mas del Espíritu Santo y sentir la poderosa gloria de Dios. Volvió por su camino y cumplió la obra de Dios para su vida conforme a su llamamiento.

Conclusión.

Hoy la gran mayoría de los cristianos andan sobre dos opiniones. En parte siguen las normas de Dios que les pueden beneficiar y por otra parte solo desean servir a sus propios intereses y comodidades.

Tú, en cambio, ya no andas en dos opiniones diferentes. Dios te a llamado para servirle y esto está por sobre tus intereses. Tú temes a Dios, tú hablas la verdad, tú haces las cosas como Dios demanda.

Es probable que tengas momentos de angustia como Elíseo. Por esto te escribo, porque en esos momentos necesitas palabra de Dios para juntar fuerzas hasta que llegues a su presencia. Allí es donde el te llenará, te consolará y te renovará

Entrégale a Él tus cargas y tus angustias. Deja que Él haga su propósito en ti.

Haz su obra aunque cueste, aunque duela, entrégate a Él, acepta su ayuda y llegarás a su presencia. Será maravilloso!

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