Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. 2Corintios 3:12,13.
Cuando leí el pasaje me sorprendió en gran manera que comparara la franqueza en contraposición a Moisés, quien fue un gran profeta de Dios. Así pues requirió de mi una investigación del asunto para dejar claro lo que Pablo estaba diciendo.
En esta carta a los Corintios Pablo una vez mas debe contender contra los judaizantes. Estos sostenían que era responsabilidad del hombre escoger o no a Dios se fundamentaba con obras. Debía contender con la sabiduría del mundo. Y debía contender con aquellos que usaban los dones espirituales para mostrarse superior a otros. Esto lo vemos en su primera carta a los Corintios.
Pero la cultura cristiana no es contenciosa.
Entonces Pablo se decide a dejar bien claro que el evangelio no se trata de obras, pues estas pueden mostrar en muchos casos meras apariencias. Entonces nuestros corazones no deben ser llevados ni por obras de la ley ni por sabiduría humana ni por superioridad de dones del Espíritu, sino por la fe en Jesús.
Nuestro evangelio se trata de la obra de Jesús por nosotros.
Para dejar esto claro Pablo habla de la esperanza de nuestro evangelio, del velo de las obras de la ley las cuales no reflejan el hombre interior. Del velo de la sabiduria de este mundo la cual no entiende las cosas de Dios. Y nos muestra la obra del Espíritu como un espejo de lo que en verdad somos.
La esperanza.
Nuestra esperanza no se basa en nuestras obras según la ley. Nuestra esperanza se basa en la obra salvadora de Jesús. Nuestra esperanza no se basa en si cumplimos las obras de la ley o no, se basa en que Dios nos escogió y nos sello con su Espíritu.
Mas como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es Sí y No. Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mi, por Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; más ha sido Sí en él; porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. 2Corintios 1:18-22
De modo tal que Pablo con toda humildad se muestra al igual que los Corintios al dejar sujeta su salvación a la obra del Señor y no a sus obras propias como si fuese superior a los demás.
Entonces estando de igual a igual en un mismo Espíritu de mas esta querer fingir superioridad mediante obras sino mas bien, mediante la franqueza hablar toda verdad.
La franqueza
¿De que provecho les seria a los Corintios si Pablo se jactara de sus obras y demostrara tener mas sabiduría que todos? Pues si no predicaba a Cristo de modo que tuviesen fe para vida, de nada les serviría a tal esperanza.
Que excelente ejemplo de lo que el evangelio debe ser!
Hermanos míos, hoy muchos ministerios y pastores con el fin de llenar sus iglesias hacen propaganda de si mismos. Ocultan el verdadero sentido de la palabra y lo usan para sacar provecho económico. Fingen dones del Espíritu para ganar fama y conseguir adeptos.
El evangelio debe ser sincero, es decir con franqueza. El evangelio debe hablar la verdad de Dios.
Yo se que estos ministerio son permitidos para mostrar lo que uno verdaderamente es, lo que verdaderamente uno persigue. Y quienes asisten a esos ministerios demuestran perseguir sus propios deseos mas no perseguir a Cristo. Y sus lideres los enceguecen para que sigan tras obras y no tras la luz de Dios.
Estos fingen religiosidad delante de la iglesia incluso por un instante abran su corazón a Dios aterrados por su verdad pecaminosa, pero tan pronto salen de la iglesia otra vez se ponen el velo para seguir obrando sin ver la luz de Dios.
Con todo los verdaderos cristianos no buscamos tales cosas. Los verdaderos Cristianos confiamos plenamente en aquel que nos llamo y nos sello con su Espíritu.
Como se dice en mi país: no somos caretas.
El velo
Los judaizantes llenos de tradiciones querían contender con el Espíritu haciendo uso de su gran conocimiento de la Ley y con este conocimiento de la ley querían atrapar a los cristianos.
Para mostrar lo errados que están Pablo hace referencia al velo. Es decir algo que no permite ver.
En el texto hace referencia a tres velos: El velo de Moisés, el velo del corazón de los judíos y el velo del mundo.
El velo de Moisés.
Este velo hace referencia al velo que usaba Moisés cuando en los cuarenta días de ayuno que escribió las tablas nuevamente, la gloria de Dios hacia que de su rostro saliera un brillo.
Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente, y tuvieron miedo de acercarse a él... Y cuando acabo Moisés de hablar con ellos, puso un velo su rostro. Éxodo 34:31-35
Esto lo hacia por el temor que el pueblo tenia a la luz de Dios. En su propia debilidad el pueblo se aterraba de Dios y no podía soportar el brillo. Es decir que si Moisés no cubría su rostro con el velo el pueblo no quería acercarse a el. Preferían seguir a las sombras de sus propias obras antes que soportar la luz de Dios.
Esto mostraba a las claras su duro corazón.
El velo del corazón.
Este velo hace referencia al velo al que estaban sometidos los corazones del pueblo de Israel. Luego de leer las consecuencias de la obediencia y la desobediencia, Moisés dice al pueblo estas palabras:
Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra, las grandes pruebas que vieron vuestros, las señales y las grandes maravillas. Pero hasta hoy Jehová no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír. Deuteronomio 29:2-4
A pesar de motivarlos a elegir lo bueno Moisés sabe que en sus corazones no podrán entender a Dios.
Aun en ese momento Moisés les esta mostrando todo lo que como pueblo sufrirán por la dureza de sus corazones pero ellos no pueden entender. Entonces dice lo siguiente:
Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos las cosas de esta ley. Deuteronomio 29:29
Por tanto la única manera en que ellos pudieran mirar al menos un solo destello de la gloria de Dios seria mediante la ley. Sí, la ley era también como un velo, era una forma de poder mirar a Dios aunque no pudieran verlo.
Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni esta lejos... Mira yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y lo mal... A los cielos y la tierra llamo hoy por testigos contra vosotros, que os he puesto la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge pues, la vida, para que vivas tu y tu descendencia. Deuteronomio 30:11-19
Pero Dios le declara a Moisés nuevamente las cosas que el pueblo tendrá que sufrir por su dureza. Y aun esto no lo comprendieron pues Dios aun no les daba un corazón que entienda, sino uno de ley escrita en piedra. Deuteronomio 31
Libres del velo.
Sí así es el corazón del hombre. Un hombre sin Cristo piensa que solo puede llegar a Dios por las obras y no por un corazón puro y una conciencia limpia.
Pero Dios quiere una vez mas que quede claro que esto es por la dureza del hombre. Aquel velo que Dios mando a poner entre el lugar Santo y el Santísimo fue quitado en la cruz de Jesús.
Pero muchos sabiendo de su iniquidad y pecado no desean ver la luz de Dios y prefieren ponerse un velo para seguir en la sombra.
Jesús vino a mostrar la verdad. Él no oculto la verdad que el sistema religioso no podía soportar por sus pecados. Él no oculto su rostro en la transfiguración. Él no se oculto cuando vinieron a arrestarlo sino que dijo "Yo Soy".
Si aun hay un velo en tu vida que te impide seguir a Jesús con franqueza es hora de que lo quites para que tu corazón sea revelado ante Dios.
Si crees que por hacer mas obras que tus hermanos seras mas salvo, si estas yendo a la iglesia porque te gusta como habla tu pastor y es mas agradable que leer la Biblia, si estas entregando tu dinero para aparentar religiosidad y franquicia, si estas orando en lenguas solo para aparentar espiritualidad y si estas activo en tu ministerio solo para buscar popularidad, Dios te dice: Arrepiéntete y Sígueme.
Vamos cristianos! quitemos de entre nosotros los velos. Si realmente creemos en Jesús y en el sello del Espíritu, seamos francos y sirvamos de corazón. No mirando nuestra propia gloria la cual no es nada comparada con la gloria de Dios, sino mirando a aquel que es Sí por los siglos de los siglos Amén!
Tremendo, poderosas palabras del cielo para mi vida! Bendiciones!
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